lunes, 22 de marzo de 2010

Mecanismos


I

Ya me hacía falta. No se si a quienes leen también, pero a quien esto escribe ya le hacía falta. Luego de más de un mes de no llenar de bits este espacio, el volver a redactar una entrada se siente como volver a casa a descansar, a tomar un café, y a acariciar al gato y al perro. Primero fueron problemas técnicos: al menos a mi se me había olvidado que las computadoras fallan; después el tiempo, que pasa... pasa... pasa...

¿En qué había quedado? Eso no se me olvida, hablaba de la Iniciativa de Budapest. Se me había quedado en la cabeza un detalle principal: la relación entre la tradición académica de las publicaciones y el desarrollo de la internet. Tal detalle no se me pegó en el seso, como una garrapata, gratuitamente, sino porque al lado mío, a un hombro de distancia, Rolando Coto -ojeroso y tenso, pero siempre de buen humor- programaba el D-space que habrá de ser el Repositorio Institucional de la Universidad de Costa Rica.

Hoy escribo lejos de mi amigo y de la Universidad, en una mesa vacía de papeles, no obstante llena de la alegría distante que el recuerdo de ambos me transmite; ya me hacía falta volver a sentir la belleza del acceso abierto, y volver a pensar en la belleza de esta filosofía que en mi opinión puede cambiar el mundo.


II


Debo retornar ahora mismo al viejo estilo mesurado y modesto del blog institucional; debo iniciar esta segunda parte con algo así como... el acceso abierto a los productos de la investigación dentro de las academias es proyectado por la BOAI a partir de dos estrategias:

  1. El auto archivo.
  2. Las publicaciones periódicas en AA.

Sobre el auto archivo, sin embargo, la Iniciativa no es muy clara:

I. Auto Archivo: Primero: Los académicos requieren herramientas y asistencia para depositar sus artículos referidos en archivos electrónicos abiertos, una prácticas comúnmente denominada "auto-archivo". Cuando estos archivos alcanzan los estándares creados por la Iniciativa de Acceso Abierto, los buscadores y otras herramientas pueden tratar los archivos separados como uno. Los usuarios no necesitan saber qué archivos existen o dónde se localizan para encontrarlos y usar su contenido.

Releyendo, tal vez pueda ofrecer una definición del auto archivo que versaría mas o menos así: "depósito de artículos científicos, por parte de los académicos, en un archivo electrónico abierto". Aunque con ella solamente levantaría la pregunta: ¿qué es un archivo electrónico abierto?, a lo cual la BOAI no da respuesta.

Más información sobre esta estrategia la encuentro en el ya compartido artículo de Peter Suber A very brief..., en el cual se califica al auto archivo como un mecanismo del Acceso Abierto:

Los archivos o depósitos de acceso abierto no cuentan con revisión externa por parte de expertos, sino que simplemente ponen su contenido a disposición de todo el mundo. Pueden contener borradores sin revisar, artículos definitivos, o ambos. Los archivos pueden pertenecer a instituciones, como universidades o laboratorios, y a diferentes disciplinas, ya sea física o economía. Los autores archivan sus borradores sin el permiso de nadie, y ya son mayoría las revistas que permiten que los autores lo hagan así. Cuando los archivos cumplen los criterios del protocolo para la transmisión de metadatos de la Iniciativa de Archivos Abiertos (OAI), adquieren interoperabilidad y los usuarios pueden encontrar el contenido sin conocer cuáles son los archivos colgados, dónde están ubicados, ni de qué tratan. Hoy en día existen programas informáticos de código abierto para construir y mantener archivos que cumplen con los requisitos OAI y se dan las circunstancias mundiales adecuadas para usarlos. El coste del archivo es insignificante: un poco de espacio en un servidor y un poco de tiempo de un técnico.

Más descriptivo que definitorio, Suber se concentra en la metodología del auto archivo; por lo cual sigo sin encontrar una respuesta certera para la pregunta surgida de la Iniciativa. Ahora bien, quizás lo mejor sea, entonces, perseguir los enlaces que la misma BOAI aporta sobre el tema; así, para el auto archivo, la Iniciativa de Budapest nos enlaza con The Self Archiving Iniciative.


III

Antes de introducirme en el comentario de una nueva Iniciativa, quisiera sacar algunas ideas en limpio. En principio, la consecución del acceso abierto a la investigación posee mecanismos: el auto archivo y la publicación periódica.

El primero hace referencia al depósito de los artículos científicos por parte de los académicos en un archivo digital, en el cual no existe un proceso de revisión entre pares y, en consecuencia, pueden ser depositados tanto post-prints como pre-prints. El segundo trata tanto de la transición de muchas revistas académicas al formato del acceso abierto, como de la creación de nuevas publicaciones científicas en este mismo formato, para lo cual es indispensable la edición digital. Estas revistas no se diferencian en su gestión editorial de las antiguas revistas científicas salvo por el hecho de evitar las barreras económicas para los lectores. Divergen del auto archivo principalmente por el proceso de revisión entre pares.

Con lo anterior quedan explicados los dos mecanismos al menos de manera general; al mismo tiempo queda explícita mucha de la jerga de la edición científica y del acceso abierto que habré de aclarar en próxima entradas.

Además, queda abierta la principal pregunta surgida en esta entrada: ¿qué se entiende por archivo digital abierto? Me pregunto si Rolando, después de haber programado uno, podrá ayudarme a dar respuesta.

por José Miguel Vargas

(Nota: a esta entrada le faltan hipervínculos,
pronto seran introducidos)

martes, 2 de febrero de 2010

Científicos, académicos, educadores, estudiantes y otras mentes curiosas

Volvamos a la Iniciativa de Budapest, que abandonamos la semana pasada luego de reiterar los principios básicos del Acceso Abierto. En esta ocasión nos interesa subrayar los métodos planteados en la Iniciativa para promover este tipo de mecanismo de difusión de la investigación científica, por cuanto la Open Access Society and Soros Foundations Network describen la Iniciativa como:
"Es tanto una declaración de principios, una declaración de estrategia como una declaración de compromiso."
En lo tocante a la estrategia, los firmantes de la Iniciativa de Budapest suscriben que el Acceso Abierto es posible gracias a la unión de:

1. Una tradición académica que impulsa a los investigadores a publicar los resultados de sus trabajos y a promover el avance del conocimiento dentro de las sociedades.
2. La Internet y las nuevas tecnologías aplicadas a la publicación y la distribución de las revistas académicas en el nivel mundial.
De esta manera, la conjunción de la tradición y la novedad aplicada a la gestión del conocimiento científico permite:

"la distribución electrónica en la red de redes de literatura periódica revisada por pares completamente gratuita y sin restricciones de acceso por todos los científicos, académicos, maestros, estudiantes y otras mentes curiosas."
Con lo cual queda delineada la estrategia que habría de seguir hasta el día de hoy el Acceso Abierto al conocimiento, a saber: el desarrollo conjunto de la investigación científica y las nuevas tecnologías informáticas aplicadas a la internet. Con base en lo anterior, resulta interesante volver a la Línea del tiempo sobre el Acceso Abierto del Open Acces Directory, para corroborar que en ella se enumeran un conjunto de hechos relacionados con el desarrollo de la computación, algunos con nombres ya famosos, como el Proyecto Gutemberg, y otros, como The First Network E-mail, que nos hacen sonreir al considerar que para obtener una cuenta para un blog como este es obligatorio una cuenta de correo electrónico al cual adscribirlo; asimismo, es interesante a la luz de tales referencias la lectura de Digitalización de documentos, en INIE digital.

Además, resulta evidente que una mirada más profunda de esta estrategia implicará tratar temas de mucha actualidad, como lo son el desarrollo de revistas académicas en línea y de repositorios institucionales; estrategias recomendadas por la misma Iniciativa para el avance exitoso del Acceso Abierto. Nos quedaremos, entonces, con esa tarea para la próxima semana. ¿Qué podríamos concluir por ahora? Bueno, que el desarrollo exitoso de los principios del Acceso Abierto ha sido, sin lugar a dudas, producto de la colaboración de muchas mentes curiosas.

por José Miguel Vargas

lunes, 25 de enero de 2010

¿Qué es Acceso Abierto?


En nuestras comunicaciones iniciales hemos llamado la atención sobre el llamado Open Acces o Acceso Abierto, por cuanto es un tópico de mucha discusión en el mundo actual de la publicación científica. Conviene entonces que nos detengamos a inspeccionar con más detalles uno de sus textos más importantes: la Iniciativa de Budapest para el Acceso Abierto (Budapest Open Access Initiative) realizada en el año 2001, según la cual:

"Por 'acceso abierto' a esta literatura queremos decir su disponibilidad gratuita en Internet público, permitiendo a cualquier usuario leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o usarlos (sic) con cualquier propósito legal, sin niguna barrera financiera, legal o técnica, fuera de las que son inseparables de las que implica acceder a Internet mismo. La única limitación en cuanto a reproducción y distribución y el único rol del copyright en este dominio, deberá ser dar a los autores el control sobre la integridad de sus trabajos y el derecho de ser adecuadamente reconocidos y citados." (Tomamos la cita en su versión al español aunque no nos parezca la mejor de las traducciones; para leer la Iniciativa en inglés pulse aquí: BOAI)

Es decir, lo que busca el Acceso Abierto es la disponibilidad de la literatura científica. En la misma iniciativa se aclara:

"La literatura que debería accesarse libremente en línea es aquella que los académicos dan al mundo sin la expectativa de recibir algo. Básicamente, es la categoría compuesta por sus artículos revisados por pares, destinados a publicaciones periódicas; pero también incluye cualquier preprint sin revisión que quizás les gustaría poner en línea para comentar o alertar a otros colegas sobre la importancia de hallazgos de investigación."

En un modo laxo, se tiende a reducir esta iniciativa al aspecto monetario, haciendo una pobre traducción del adjetivo “free”; sin embargo, la disponibilidad va más allá de la eliminación del cobro sobre el material científico, para promover además la disponibilidad para la lectura, la descarga, la impresión, la copia y la distribución impresa o digital de las publicaciones científicas, entre otros aspectos. En materia de derechos de autor, las condiciones del Acceso Abierto colocan a los autores de la publicación científica en el primer plano, pues garantiza el control de estos sobre la integridad del trabajo y obliga a los usuarios el debido reconocimiento de los autores y la citación correcta de la obra.

Las dos citas extraídas de la IOAB responden, según nuestro criterio, a la pregunta que titula esta entrada; asimismo, profundiza algunos puntos resumidos por Peter Suber en "A very brief introducción to OA", compartida con nuestros lectores en la entrada anterior. Con el afán de no agobiar al lector y de simplificar la información, abandonamos por ahora el comentario de la Iniciativa; en nuestra próxima entrada trataremos más sobre ella.

por José Miguel Vargas

miércoles, 20 de enero de 2010

Introducción al Acceso Abierto

En días pasados, navegando la internet, encontramos un documento escrito por Peter Suber cuyo título, "Open Access Overview", llamó nuestra atención. El autor de este texto ofrecía además un enlace a una introducción más breve aún, titulada oportunamente "A Very brief introduction to Open Acces".

De inmediato pensamos que estos documentos cabían perfectamente en el formato de este blog y respondían también a sus objetivos; no sólo esto, ellos también respondían a una aseveración hecha por nosotros en la entrada anterior, donde señalabamos que el examen del Acceso Abierto implicaba estudiar tanto sus acontecimientos significativos como sus principios básicos.

A continuación presentamos la traducción de uno de los textos escritos por Suber con el fin de brindar información sobre los principios básicos del Acceso Abierto; este escrito se puede descargar en diversas lenguas siguiendo los enlaces del primer párrafo.

No está de más decir, también, que una cápsula muy instructiva sobre la Cultura Libre y el Acceso Abierto ha sido compartida ya por iniedigital.blogspot.com; en ese video, realizado en nuestro país por estudiantes de la Universidad de Costa Rica, participa Rolando Coto Solano, miembro del Proyecto Latindex-UCR.

Brevísima introducción al acceso abierto
Peter Suber

La literatura de acceso abierto es digital, en línea, gratuita y se encuentra eximida de la mayoría de derechos de autor y restricciones de licencias. Lo que la hace posible es la internet y el consentimiento del autor o del titular del copyright.

En la mayoría de campos del conocimiento, las revistas especializadas no pagan a los autores, quienes, por consiguiente, pueden autorizar el acceso abierto sin que ello repercuta en sus ingresos. En este sentido, los científicos y los académicos se hallan en una situación muy distinta de la de la mayoría de músicos y cineastas, y la polémica entorno al acceso abierto a la música y al cine no puede trasladarse a la literatura de investigación.

El acceso abierto es absolutamente compatible con la revisión por parte de expertos, y la mayoría de iniciativas de acceso abierto destacables en el ámbito de la literatura académica insisten en la importancia de este punto. De la misma manera que los autores de artículos científicos donan su trabajo, también lo hacen los editores de revistas especializadas y los expertos que participan en la revisión.

La literatura de acceso abierto no se produce sin gastos, aunque es menos costosa que la literatura de publicación convencional. La cuestión no es si puede ofrecerse gratuitamente la literatura académica, sino encontrar métodos mejores para cubrir los gastos que cobrar a los lectores y crear así barreras para el conocimiento. Los modelos de negocio para sufragar todos los costes dependen del modo en que se publique el acceso abierto.

Existen dos mecanismos principales de publicación del acceso abierto en el campo de los artículos de investigación: las revistas de acceso abierto y los archivos o depósitos de acceso abierto.

  • Los archivos o depósitos de acceso abierto no cuentan con revisión externa por parte de expertos, sino que simplemente ponen su contenido a disposición de todo el mundo. Pueden contener borradores sin revisar, artículos definitivos, o ambos. Los archivos pueden pertenecer a instituciones, como universidades o laboratorios, y a diferentes disciplinas, ya sea física o economía. Los autores archivan sus borradores sin el permiso de nadie, y ya son mayoría las revistas que permiten que los autores lo hagan así. Cuando los archivos cumplen los criterios del protocolo para la transmisión de metadatos de la Iniciativa de Archivos Abiertos (OAI), adquieren interoperabilidad y los usuarios pueden encontrar el contenido sin conocer cuáles son los archivos colgados, dónde están ubicados, ni de qué tratan. Hoy en día existen programas informáticos de código abierto para construir y mantener archivos que cumplen con los requisitos OAI y se dan las circunstancias mundiales adecuadas para usarlos. El coste del archivo es insignificante: un poco de espacio en un servidor y un poco de tiempo de un técnico.
  • Las revistas de acceso abierto sí realizan revisión por parte de expertos, tras lo cual publican su contenido de manera accesible para todo el mundo. Sus gastos son la revisión de los expertos, la preparación de manuscritos y el espacio que ocupan en el servidor. Las revistas de acceso abierto cubren sus costes de manera muy parecida a como lo hacen las cadenas de radio y los canales de televisión: quienes están interesados en la divulgación del material pagan de entrada los gastos de producción para que pueda garantizarse el acceso gratuito a todo el mundo que disponga del equipamiento necesario. A veces, esto quiere decir que las revistas reciben una subvención de la universidad o del colegio profesional a que pertenecen; en otros casos, las revistan cobran una tarifa de producción por cada artículo aceptado, que debe pagar el autor o el promotor del autor (empresa o agencia promotora). Las revistas de acceso abierto que cobran estas tarifas suelen eximir de dicho pago a los autores que tienen dificultades económicas. Las revistas de acceso abierto con subvenciones institucionales tienden a no cobrar estas tarifas de producción, y a veces pueden subsistir con subvenciones o tarifas más reducidas si reciben ingresos de otras publicaciones, o bien a través de la publicidad, de anexos de pago o de servicios adicionales. Algunas instituciones y consorcios ofrecen descuentos en las tarifas, y otras editoriales de acceso abierto eximen del pago a todos los investigadores afiliados a instituciones que se han adquirido una suscripción de un año. Existen muchas posibilidades de creatividad para encontrar maneras de cubrir los gastos de las revistas científicas de acceso abierto que cuentan con revisión por parte de expertos, y aún estamos lejos de haber agotado la inteligencia y la imaginación.

Si desea consultar la introducción en su versión completa, con vínculos para ampliar la lectura, visite mi Open Access Overview en http://www.earlham.edu/~peters/fos/overview.htm.

Traducción por Marco Marandola IFLA CLM marandol @ tiscali.es

por José Miguel Vargas

lunes, 11 de enero de 2010

Historia del Acceso Abierto

Algunas veces, las buenas intensiones pueden conducir a problemas complicados. Cuando nos planteamos la entrada de esta semana, pensamos que sería muy bueno brindar a los lectores una breve historia del Acceso Abierto, con el fin de preparar futuros comentarios sobre la Declaración de Budapest, la Declaración de Bethesda y la Declaración de Berlín.

En nuestra cabeza era muy fácil: haríamos una pequeña línea del tiempo que situara estas Declaraciones y listo, a partir de esto los futuros comentarios quedarían mejor desarrollados. No nos dábamos cuenta de que pensar de esta manera era un acto de la más pura inocencia.

Si algo podemos afirmar de la Historia del Acceso Abierto es que no es breve; quizás sea reciente, contemporánea, pero llamarla breve es un error que debemos evitar. Para corroborar estas palabras, basta con prestar un poco de atención a la Línea del Tiempo del Movimiento para el Acceso Abierto que nos ofrece el Open Access Directory (OAD), la cual reune datos desde antes de 1990 -específicamente del año 1966- hasta el 15 de julio de 2009; esta línea del tiempo, iniciada por Peter Suber, se encuentra abierta a los usuarios de esta wiki lo cual ayuda a su mantenimiento y desarrollo.

Ahora bien, aunque hemos aceptado ya que nuestro propósito inicial era bastante inocente, no creemos del todo impertinente fechar las Declaraciones mencionadas con el fin de preparar nuestros futuros comentarios:

La Iniciativa de Budapest para el Acceso Abierto data del 14 de febrero de 2002, y es el producto de una reunión convocada por OpenSociety Insitute .

La Declaración de Bethesda sobre Publicación de Acceso Abierto data del 20 de junio de 2003, y es producto de una reunión convocada por Howard Hughes Medical Institute.

La Declaración de Berlín sobre Acceso Abierto data del 22 de octubre de 2003, y es producto de Max Plank Society y de European Cultural Heritage Online.

Sobre la información anterior conviene señalar: 1) la poca distancia temporal entre cada declaración; 2) la existencia de muchas declaraciones más que examinaremos a su debido tiempo y que el lector puede consultar en al apartado de Declaraciones para el Apoyo al Acceso Abierto del OAD. Asimismo, se vuelve tangible la necesidad de examinar el desarrollo del Acceso Abierto en dos direcciones: una que sitúe sus acontecimientos significativos y otra que ahonde en sus principios básicos.

Llegados a este punto dejamos a los lectores juzgar la situación con que hemos topado; si han seguido los enlaces, se habrán encontrado con los textos que estaremos comentando en futuras entradas. Nos quedamos, pues, en espera de comentarios que nos sirvan de guía en este complicado problema.

por José Miguel Vargas

viernes, 1 de enero de 2010

Una bitácora para la edición científica y el acceso abierto


Inicia el año 2010, hoy es su primer día: ¡qué mejor momento para iniciar esta bitácora! A lo largo del año 2009 surcó nuestro pensamiento la posibilidad de redactar un blog para la difusión de temas relativos a la edición científica, pero surgieron problemas que impidieron su cumplimiento: ¿cuál será su formato?, ¿qué temas tratará?, ¿a quiénes estará dirigida? Gracias al mes de diciembre hemos respondido estas preguntas, quizás porque tuvimos el tiempo y la calma para afirmarnos en la idea de que el mejor formato es la sinceridad en la escritura y la sencillez en lo visual, los temas serán todos aquellos relacionados con la edición científica, y nuestro público cualquier ser humano curioso que desee aprender sobre el tema.

Nuestra pretensión es crear un espacio de comunicación entre editores y científicos costarricenses, donde se promueva el aprendizaje y la discusión sobre un área académica poco conocida por muchos investigadores, a pesar de que es parte integral de su desarrollo como profesionales. Para lograr este propósito (¡propósito de año nuevo, podemos decir en verdad!) elaboraremos las entradas de esta bitácora de la siguiente manera:

a) Visibilizaremos puntos de interés para el mundo de la edición y la publicación científica.
b) Divulgaremos y comentaremos textos que traten temas importantes para editores y científicos.
c) Acumularemos referencias a textos sobre edición científica disponibles libremente en la red, con el fin de que los profesionales encuentren en este blog una puerta de entrada a la literatura especializada.
d) Ayudaremos a la difusión de proyectos de investigación y a actividades relativas a la ciencia en Costa Rica.

Si lográramos cumplir estos cuatro deseos, escribiendo al menos una entrada cada semana hasta los últimos siete días del 2010, estaríamos más que contentos de haber apoyado todo el año el desarrollo de la ciencia en Costa Rica. Lo único que resta por decir es: ¡bienvenidos lectores a esta nueva bitácora, esperamos con ansias cada uno de sus comentarios!

por José Miguel Vargas
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